Hija que habitas en Dibón, desciende de tu gloria y siéntate sedienta, porque vendrá sobre ti el saqueador de Moab, y destruirá tus fortalezas. Tú hija - ("Oh virgen hija de Babilonia").

Que habitas - ahora tan firmemente asentada, como en una morada duradera.

Siéntate sedienta - Dibón, al estar situada en el Arnón, abundaba en agua. En triste contraste con esto, y con su "gloria" en general, se verá reducida no sólo a la vergüenza, sino a la carencia de las necesidades más comunes ("sed") en el árido desierto.

Destruirá tus fortalezas. Los viajeros encuentran ahora reliquias de gigantesca mampostería, sin cemento, en las partes montañosas de la región moabita, que parecen rudos reductos y "fortalezas" de gigantes. Antes de la ocupación israelita del país había muchos gigantes en Canaán.

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