Si no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, y no derramareis sangre inocente en este lugar, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro:

Este lugar - esta ciudad y tierra.

Ni andéis en pos de dioses ajenos para vuestro mal - (así, "para confusión de sus propios rostros").

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