Sobre su casa se apoyará, y no se sostendrá; la asirá, pero no durará.

Él lo sujetará firmemente, lo que implica su agarre ansioso, cuando llegue la tormenta de la prueba. Como la araña "se sujeta" por su tela: pero con esta diferencia, la araña ligera se sostiene por aquello sobre lo que descansa; el impío no lo es, por la delgada red que constituye su casa en la que descansa. La expresión "retener" se aplica apropiadamente a la araña que sostiene su tela, pero se transfiere al hombre. La hipocresía, como la tela de araña, es finamente hilada, endeble y tejida con sus propios inventos, como la tela de araña con sus propias entrañas. Un proverbio árabe dice: 'El tiempo destruye la casa bien construida, así como la telaraña'.

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