Cuando mi alma desfallecía dentro de mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti, en tu santo templo.

Cuando mi alma desmayaba dentro de mí, me acordé del Señor, lo que ejemplifica hermosamente el triunfo del espíritu sobre la carne, de la fe sobre el sentido. Por un tiempo, los problemas excluyeron la esperanza, pero la fe revivió cuando Jonás "recordó al Señor", qué Dios tan bondadoso es y cómo todavía preserva su vida y conciencia en su oscura casa de prisión. Jonás "recordó al Señor" ahora, como lo había olvidado durante su rebelión y huida.

Y mi oración llegó a ti, hasta tu santo templo: el templo en Jerusalén. Mientras allí mira, en oración creyente, hacia él, aquí considera su oración como ya escuchada en ese templo donde Dios especialmente manifestaba Su presencia a Su pueblo. Jonás había pensado que estaba alejado de la presencia de Dios, pero su oración llegó a Él y fue escuchada.

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