Dad de entre vosotros tres hombres por cada tribu; y yo los enviaré, y se levantarán, y recorrerán la tierra, y la describirán según la heredad de ellos; y volverán a mí.

De entre vosotros tres hombres por cada tribu. Aunque el sorteo determinaba la parte del país donde se ubicaría cada tribu, no podía determinar la extensión del territorio que podría requerirse; y el descontento de los hijos de José con la supuesta pequeñez de su posesión hizo temer que pudieran surgir quejas de otros sectores, a menos que se tomaran precauciones para hacer una distribución adecuada de la tierra.

Con este fin se encomendó a 21 personas, tres escogidas de cada una de las siete tribus que aún no habían recibido su herencia, que hicieran un reconocimiento preciso del país. Ellos "fueron y recorrieron la tierra, y la describieron por ciudades en siete partes en un libro" ( Josué 18:9 ); dividiendo la tierra según su valor, y el valor de las ciudades que contenía, en siete partes iguales.

Esta no era una tarea fácil de emprender. Requería conocimiento e inteligencia, que ellos o sus instructores, con toda probabilidad, habían traído consigo de Egipto. En consecuencia, Josefo ('Antigüedades', b. 5:, ch. 1:, sec. 21) dice que el estudio fue realizado por hombres expertos en geometría. Y, de hecho, el relato circunstancial que se da de los límites de cada tribu y su situación prueba bien que no fue obra de manos malas o incompetentes.

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