Y el Espíritu de Jehová vino sobre él con poder, y lo desgarró como a un cabrito, y no tenía nada en su mano; pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.

El Espíritu del Señor descendió poderosamente sobre él, х watitsªlach ( H6743 )] - hendió, atravesó; usado especialmente del Espíritu de Dios probando a los hombres: vino sobre, cayó repentinamente sobre él, comunicando esas coacciones extraordinarias por las que estaba capacitado para realizar hazañas de fuerza física mucho más allá de la capacidad natural del hombre.

Su desgarro y muerte del monstruo desgreñado, sin ningún arma en la mano, fue realizado por ese coraje y fuerza sobrehumanos que las influencias sobrenaturales del Espíritu le permitieron poner en práctica, y por el ejercicio de los cuales, en tales circunstancias incidentales privadas, fue entrenado gradualmente para confiar en ellos para la obra más pública a la que estaba destinado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad