El Señor se ha tragado todas las moradas de Jacob, y no se ha compadecido; ha derribado en su furor las fortalezas de la hija de Judá; las ha derribado a tierra; ha contaminado el reino y a sus príncipes.

Contaminó el reino entregándolo en manos del enemigo profano. ("Tú has profanado su corona").

[Gimel (g)]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad