Y proclamaréis en el mismo día, para que sea una santa convocación para vosotros; no haréis ningún trabajo servil en él; será un estatuto para siempre en todas vuestras moradas a través de vuestras generaciones.

Proclamaréis en el mismo día... una santa convocación. Aunque se extendía a lo largo de una semana, sólo el primer día se celebraba como día de reposo, tanto para la ofrenda nacional de las primicias como para conmemorar la entrega de la ley.

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