Entonces Pedro dijo: He aquí, lo hemos dejado todo, y te hemos seguido.

Entonces Pedro dijo , con la sencillez de su corazón, como se desprende de la respuesta de nuestro Señor:

Mira, lo hemos dejado todo y te hemos seguido. Era consciente de que la rendición requerida, que aquel joven gobernante no había podido hacer, había sido hecha, no sólo por él mismo, sino por sus hermanos junto con él, a quienes generosamente acogió: "nosotros lo hemos dejado todo". Poco, en verdad, era el "todo" de Pedro. Pero, como dice Bengel, lo poco del obrero es tanto para él como lo mucho del príncipe. En la narración de Mateo, Pedro añade: "¿Qué tendremos, pues?" ¿Cómo nos irá?

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