Y para la ofrenda de leña, en los tiempos señalados, y para las primicias.

Acuérdate de mí, oh Dios mío, para bien. Esta oración por la bendición divina, que Nehemías eyaculaba y escribía con frecuencia, era una expresión de su deseo ardiente o de su deseo de que los sacerdotes apóstatas fueran castigados, y sus propios celosos servicios fueran reconocidos y recompensados, según el espíritu de la antigua dispensación.

Cuánto tiempo vivió y gobernó Nehemías después de estas importantes reformas, la historia sagrada no nos informa; y Josefo ('Antigüedades', b. 11: cap. 5:, sec. 8) no dice más que él había alcanzado una edad avanzada a su muerte.

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