Los impíos son trastornados, y desaparecen; mas la casa de los justos permanecerá.

Los impíos son vencidos (Hebreo, Infinitivo por el Presente de Indicativo), y no son.

Pero la casa de los justos permanecerá. Incluso aquí en la tierra una bendición acompaña a la familia o "casa" de los justos (cf. ). El mal alcanza al impío oa su "casa" tarde o temprano.

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