El pobre es odiado hasta por su propio prójimo: pero el rico tiene muchos amigos.

El pobre es odiado hasta por su propio prójimo. ¡Qué inhumano ser el menos caritativo, en la misma proporción en que los pobres, a quienes Dios ha afligido, necesitan de nuestra caridad!

Pero el rico tiene muchos amigos, literalmente, 'Pero los que aman a los ricos son muchos'. No es el hombre, sino sus riquezas lo que aman.

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