El que desprecia a su prójimo peca: mas el que tiene misericordia del pobre, dichoso es.

El que desprecia a su prójimo peca gravemente. Cualquiera que sea su prójimo, enfermo, innoble, ignorante, no debe ser despreciado; es más, se le debe mostrar 'misericordia'.

Pero el que tiene misericordia de los pobres, feliz (es) él. Los pobres son presa de las heridas, porque no se atreven a resistir. "Misericordia" es lo opuesto a "despreciar" a los pobres afligidos.

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