Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.

Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. "Reconócelo" remitiendo todos tus caminos a su voluntad, confiando en su poder, sabiduría, providencia, bondad, justicia y sintiendo que sin Él Dios no puede hacer nada. Tenlo siempre delante, tus ojos. Orad a Él, y consultadlo en todo lo que emprendáis.

Mantén su gloria a la vista, como tu fin en todos tus caminos; atribuid toda vuestra bendición sólo a Él, y a Él dad gracias por todo. La promesa sigue al precepto. No os defraudará vuestra confianza, con la cual le consultáis en todas las cosas. Él os guiará a toda santidad y toda felicidad.

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