Hasta que un dardo le atravesó el hígado; como pájaro que se precipita al lazo, y no sabe que es por su vida.

Hasta que un dardo le atravesó el hígado; como pájaro que se precipita al lazo, y no sabe que es para su vida.

No sabe que su seguimiento es a costa de la vida presente y eterna. El "dardo" del marido, el magistrado, Satanás y, sobre todo, Dios, golpea a la juventud en el cuerpo, en los recursos, en la reputación y, lo peor de todo, en el alma. El "hígado" se menciona como una parte vital. 'Es el asiento del amor; donde, pues, el joven pecó de amor, allí está traspasado de dolor (Gejer).

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