Meditaré en tus preceptos, y respetaré tus caminos.

Meditaré en tus preceptos y respetaré tus caminos, los que te agradan (Hengstenberg). Tus caminos con los que castigas al mundo, castigas a la Iglesia y preparas tu camino para venir a nosotros (Cocceyo). "Meditaré" con gozosa admiración, habiendo apartado mi mente de todos los demás pensamientos para considerar éste solo, la naturaleza y el objeto de cada uno de tus preceptos. Menciona su descuido en estudiar la ley de Dios, no para jactarse, sino para despertar a otros con su ejemplo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad