Tienen oídos, pero no oyen; ni hay aliento en sus bocas.

Tampoco hay aliento en sus bocas. Tan lejos están de hablar, que ni siquiera tienen el aliento en la boca que tienen los tontos. Este versículo varía del correspondiente en, lo que muestra cuán independiente fue la inspiración del autor de este salmo, incluso cuando usó los materiales de su predecesor.

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