Envía su mandamiento sobre la tierra; muy veloz corre su palabra.

Él envía su mandamiento (sobre) la tierra: su palabra corre muy rápidamente. La Palabra de Dios es un siervo que Él envía a la tierra para ejecutar su voluntad. Lleva a efecto su decreto con rapidez instantánea. Así el centurión, por la fe, atribuyó la misma eficacia a la palabra de Jesús. Conforme a su fe así le fue hecho.

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