Oye, oh SEÑOR, cuando clamo con mi voz; ten piedad también de mí, y respóndeme.

Transición de la confianza triunfante a la súplica lúgubre Descendiendo en pensamiento del cielo a la Transición de la confianza triunfante a la súplica lúgubre. Al descender en pensamiento del cielo a la tierra, se da cuenta vívidamente de sus peligros apremiantes, y así clama al Señor que no lo abandone.

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