No pienses extraño, etc. No se sorprendan ni se desanimen de que en este momento les sobrevenga una persecución ardiente y aguda, como si fuera algo nuevo y extraordinario. Es lo que debes esperar y estar dispuesto a recibir con paciencia, e incluso con alegría, cuando sufres como Cristo antes que tú, y por él: este es el camino a la felicidad eterna en el cielo. (Witham)

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