Y el Espíritu y la novia dicen: Ven. Este es el Espíritu de Dios, que nos mueve a amarlo y alabarlo; y la esposa, es decir, la Iglesia, esposa de Cristo, que desea fervientemente ser feliz en el goce de Dios; y todo el que oye estas promesas divinas, diga con todos los afectos de su alma, con todo su corazón : Venir. El que tiene sed de justicia, Autor y Fuente de toda justicia, venga y sea colmado gratis por la generosidad y la generosidad de nuestro Dios misericordioso. (Witham)

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