Inmundicia. Es decir, sus ídolos inmundos, sobre los cuales han puesto su corazón, y que son piedra de tropiezo para sus almas. (Challoner) --- Vinieron, al parecer, para tentar al profeta, (Calmet) como Dios le mostró. Así, los mundanos consultan a los sacerdotes católicos; sin embargo, están resueltos a unirse a los herejes. (Worthington)

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