Han puesto sus ídolos en su corazón. - No fue la abierta idolatría de Judea lo que es reprobado entre estos ancianos del cautiverio; que ya había fallecido, pero aún así su corazón no estaba bien. Como la esposa de Lot, anhelaban lo que no se atrevían a hacer. Con tal disposición, corrían el mayor peligro, poniendo "el tropiezo de su iniquidad", la tentación de pecar, directamente delante de ellos.

Y no solo eso, sino que se mantuvieron en un estado de alienación de Dios, de modo que era ocioso imaginar que Él se dejaría preguntar por ellos. La pregunta implica la respuesta negativa que se expresa plenamente en los siguientes versículos.

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