Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su (b) corazón, y han puesto el tropiezo de su iniquidad delante de su rostro: ¿debo ser consultado por ellos?

(b) No solo son idólatras de corazón, sino que también adoran abiertamente a sus ídolos inmundos que los conducen a la ceguera y los hacen tropezar, para que él no los escuche cuando lo llamen. Ver Isaías 1:15

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