En todas las naciones, etc. Es decir, no sólo los judíos, sino también los gentiles, de cualquier nación, son agradables a Dios, si le temen y hacen justicia. Pero entonces la verdadera fe debe presuponerse siempre, sin la cual (dice San Pablo, Hebreos xi. 6) es imposible agradar a Dios. Cuídense, pues, del error de quienes inferirían de este pasaje que los hombres de todas las religiones pueden agradar a Dios.

Porque como nadie más que la verdadera religión puede provenir de Dios, todas las demás religiones deben provenir del padre de la mentira; y, por tanto, muy desagradable para el Dios de la verdad. (Challoner) --- El que le teme y hace justicia. Por eso llamó a las oraciones, limosnas y obras de caridad de este gentil Cornelio. (Witham)

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