Jesús lloró. Una marca de su naturaleza humana, cuando iba a darles una prueba de su divinidad, al resucitar a los muertos. (Witham) --- Las lágrimas de las hermanas desconsoladas provocaron lágrimas de la tierna conmiseración de Jesús. Tampoco era indigno que el Hijo de Dios derramara lágrimas. Ver Lucas xix. 41. A punto de dar pruebas de su divinidad al resucitar a los muertos, se complace en dar, en primer lugar, pruebas indudables de su humanidad, para mostrarse Dios y hombre.

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