Devoto. En hebreo, "anatema", diferente de los otros votos. En este caso todos los que tenían vida fueron asesinados, (o consagrados a Dios; Haydock), las casas fueron demolidas, la tierra perteneció a los sacerdotes para siempre, para que solo la dejaran salir a los laicos por una determinada renta. Moisés dedicó así a los amalecitas a la destrucción; (Éxodo xvii. 14) y Saúl tenía órdenes de poner en ejecución lo que había denunciado, 1 Reyes xv.

Es dudoso que la gente pudiera así consagrar a sus hijos y esclavos. La mayoría de los autores suponen que era necesario que Dios o la nación en general pronunciaran tal sentencia, como se hizo con respecto a Acán, Josué viii. Ver Números xxi. 2., y Jueces xi. 31. (Calmet)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad