Muchos bienes, etc. Es evidente hasta qué punto se equivocó este pobre, cuando llamó bienes a estas cosas, que con más razón deberían ser consideradas como males. Las únicas cosas que con razón pueden llamarse bienes son la humildad, la modestia y sus demás acompañantes. Los opuestos a estos deben ser considerados males; y las riquezas debemos considerarlas indiferentes. (San Juan Crisóstomo)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad