Caer sobre. Es decir, todo aquel que pecare contra Dios, pero creyere, Dios le perdonará por un corto tiempo el arrepentimiento, aunque mata su propia alma por el pecado mortal; pero, sobre quienquiera que caiga, es decir, el que niega a Cristo, y continúa endurecido en su pecado, sobre él caerá la furia de Dios, y será completamente destruido. Lo triturará hasta convertirlo en polvo, como el polvo que el viento aleja de la faz de la tierra. (Salmo i.) (Ven. Beda)

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