Mucho tiempo. No es que Dios (que aquí está representado por el hombre que plantó una viña) se limita a un lugar en particular, ya sea lejano o cercano; pero sólo parece ausentarse para que cuando venga a recibir el fruto de la viña, pueda castigar más severamente al negligente y recompensar al diligente con mayor liberalidad. Asimismo, Dios está más íntimamente presente con los buenos, derramando continuamente sobre ellos sus gracias especiales; y menos con los malvados, negándoles, a causa de sus indisposiciones, cualquiera de sus favores. (San Ambrosio)

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