Pasando por en medio de ellos, siguió su camino. Quizás haciéndose invisible de repente, o golpeándolos con ceguera, o cambiando sus mentes y corazones, como le plazca. (Witham) --- Todos los comentaristas observan en estas palabras, que el evangelista quiso mostrar que Cristo obró un milagro en esta ocasión, y con ello demostró su divinidad. Esta es la opinión de los Sts. Eutimio, Ambrosio y Tomás de Aquino.

San Ambrosio dice, debemos observar que Cristo no sufrió por necesidad, sino porque lo deseaba. No fue apresado por los judíos, sino que se entregó a sí mismo; por su propia voluntad es apresado, y por su propia voluntad escapa; cuando quiere, es condenado; y cuando quiere, queda libre. La opinión más común es que se hizo invisible en esta ocasión; aunque otros imaginan que cambió su voluntad o retuvo sus manos.

(Maldonatus) --- Cuando observamos el trato indignante que recibió Jesucristo por parte del pueblo de Nazaret, no nos sorprende que cierre la fuente de su beneficencia contra ellos por su incredulidad, y regrese a Cafarnaún. (Haydock)

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