De mi cáliz ciertamente beberás. Santiago fue el primer apóstol que sufrió el martirio en Jerusalén. (Hechos xii. 2.) Y San Juan en Roma fue puesto en un caldero de aceite hirviendo y desterrado a Patmos. --- No es mío para dártelo. [1] Los arrianos objetaron estas palabras contra la divinidad de Cristo. San Agustín responde que las palabras son verdaderas si se toman de Cristo, como hombre. La respuesta más fácil es que no le correspondía a él dárselos , mientras estaban en esa disposición de orgullo y ambición.

De modo que la distinción que se hace no es entre el Padre y su Hijo eterno, como si el Padre pudiera dar lo que el Hijo no podía dar, sino entre personas dignas y no dignas de tal favor. Es cierto que la palabra tú falta ahora en los manuscritos griegos y debe haber faltado en algunos de ellos en el siglo IV, o al menos en el siglo V, ya que no los encontramos en San Juan Crisóstomo. San Agustín también lo omite en un lugar, pero a veces le da mucha importancia; El significado de Cristo no es más que que el cielo no era suyo para dárselo; es decir, a los orgullosos, etc.

San Ambrosio lo lee; y lo que es aún de mayor peso, San Jerónimo lo tiene en el texto del Nuevo Testamento, que corrigió de los mejores manuscritos griegos. (Witham) --- En su estado actual no hay excepción de personas con Dios; porque todo aquel que es digno del cielo, lo recibirá como recompensa por sus méritos. Por eso les responde Cristo, no me corresponde concederles el reino de los cielos, porque todavía no lo merecen, por su orgullo de buscar ser preferidos antes que mis otros apóstoles.

Pero sed humildes, y el cielo está preparado para vosotros, así como para todos los demás, que estén debidamente dispuestos. (Nicolás de Lyra.) --- La grandeza en la próxima vida será proporcionada a la humildad en esta.

[BIBLIOGRAFÍA]

Non est meum dare vobis. Ahora solo leemos en griego, ouk estin emon dounai. Es así también en San Juan Crisóstomo, en San Cirilo, (en Tesauro, Assertione xxvi, tom. Vp 243) donde responde a esta objeción de los arrianos. Tampoco es griego: umin, en el texto griego de San Epifanio (hær. Lxix, p. 742), aunque se puso allí en la traducción latina. San Agustín no tiene vobis: (lib. I. De Trin.

Cap. xii, pág. 765 G. tom. viii.) pero en el Salmo ciii, (tom. iv, p. 1157) dice, Quid est not est meum dare vobis? non est meum dare superbis. San Ambrosio (lib. V. De Fide, tom. Iv. Cap. Iii, p. 147) Non dixit non est meum dare, sed non est meum dare vobis, hoc est, non sibi potestatem deesse asserens, sed me [] tum creaturis. Además de los Padres, que no leyeron vobis en el texto, demostraron por sus exposiciones que tomaron el sentido como el mismo, y no en formas favorables a los arrianos.

Véase St. Augustine lib. I. de Trin. pag. 766. A. non est meum dare, ac si diceretur, not est humanæ potestatis hoc dare, ut per illud intelligatur hoc dare, per quod Deus est æqualis Patri, etc. Véase St. John Chrysostom hom. lxvi. San Cirilo en Tesauro afirma. xxvi. pag. 243. San Epifanio hær. lxix, pág. 742 y c.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad