No el día del festival. Al principio, un día así les pareció impropio, al menos para algunos de ellos; pero esto se anuló, cuando Judas les informó cómo podía y lo pondría en sus manos el jueves por la noche. San Jerónimo se da cuenta de que cuando dijeron: No en la fiesta, no fue por un motivo de religión que hicieron esta objeción, sino solo para que no ocurriera un tumulto a su favor entre la gente; (Witham) porque lo veían como un gran profeta.

--- Mirad cuán temerosos son estos pueblos, no de ofender a Dios, ni de aumentar la enormidad de su crimen más atroz, cometiéndolo en la solemnidad de la Pascua, sino de ofender a los hombres levantando un tumulto. Todavía hirviendo de rabia, apenas encontraron al Traidor, cediendo al impulso de su furia ciega, aprovecharon con gusto la oportunidad que se les ofrecía e inmolando a su víctima en medio de su solemnidad.

Aunque esta su maldad fue el instrumento de la dispensación divina, para producir el mayor bien, no se irán sin recibir un castigo digno; que tanto merecía la perversidad de sus voluntades, por asesinar a la inocencia misma; y en una época en que la culpa solía encontrarse con misericordia y perdón. (San Juan Crisóstomo, hom. Lxxx.) --- Sabemos que por un decreto de la divina Providencia, lo que había sido buscado por tanto tiempo y con tanta seriedad por los príncipes judíos, a saber.

no se les concedió la oportunidad de asesinar al inocente Cordero de Dios, excepto en la misma fiesta de la Pascua. Porque era lógico que se cumpliera manifiestamente lo que durante tanto tiempo había sido prometido figurativamente; que el Cordero verdadero debe reemplazar al figurativo; y que mediante un gran sacrificio, la vasta variedad de ofrendas y holocaustos debería eliminarse. (San León el grande)

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