Polvo. Dios había prometido multiplicar la simiente de Abraham como el polvo de la tierra, Génesis xiii. 16. Balaam acababa de contemplar a varios miles de ellos y, en éxtasis, exclama, según el hebreo: "¿Quién podrá contar el polvo de Jacob y el número de la cuarta parte de Israel?" Su campamento estaba dividido en cuatro grandes batallones, que rodeaban el arca y los levitas. ¿Quién puede decir el número de una de estas divisiones, mucho menos de todas las multitudes allí reunidas, y qué millones pueden, en poco tiempo, proceder de ellas? Tienes razón, por tanto, oh Balac, para temblar, si continúan fieles a su Dios.

Pero esfuérzate por hacerte amigo de ellos. --- Vamos, & c. El hebreo también puede admitir la versión de la Septuaginta, "Que mi alma muera entre las almas de los justos, y que mi descendencia sea así". Contemplamos en esta frase, los sentimientos de todas las personas mundanas e interesadas, que desean obtener una recompensa sin someterse al trabajo necesario. ¡Deseos impotentes! puntos de vista egoístas! (Haydock) --- "Todos", dice St.

Bernardo, (en el Cant. Serm. 21) "desea gozar de la felicidad que Jesucristo ha prometido. Pero cuán pocos están dispuestos a imitar a Aquel que nos invita a hacerlo". (Calmet) --- Así, los infieles desean a veces morir como católicos, aunque no vivirán en esa religión. (Worthington) --- Incluso los que están en la Iglesia, con frecuencia ceden a este engaño, haciendo hermosas oraciones y, en el momento de la tentación, olvidándose de todos sus suspiros y lágrimas, a quienes Dios dirá, como dice S.

Gregory observa con justicia esas palabras de Job, xli. 3, no le escatimaré ni a él ni a sus poderosas palabras, y enmarcado para hacer súplica. Porque, como Balaam, cuando termina el arrebato de devoción, esas personas están listas para dar el consejo más pernicioso contra la vida de aquellos a quienes pretenden estar deseosos de parecerse en la muerte. "Esa oración es vana, que no va seguida de una constante perseverancia en la caridad.

"(San Gregorio, Mor. Xxxiii. 27.) El falso profeta no dice una palabra acerca de vivir como los justos; sólo desea, que después de que su alma haya disfrutado de todos los placeres de este mundo, pueda partir hacia los gozos eternos, mientras que su posteridad queda atrás en medio de la prosperidad temporal. --- El alma muere o se separa de su cuerpo. Incluso Balaam establece la inmortalidad del alma. (Haydock)

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