Galaad. Los descendientes de Machir, que se establecieron en Galaad, estaban particularmente interesados ​​en saber cómo sus parientes femeninas de la casa de Salfaad, iban a disponer de sus fortunas, que Dios les había permitido. Sabían que, por ley, sus maridos obtendrían posesión; y si esos maridos fueran de otra tribu, parte de la tierra asignada a Manasés podría perderse. Ver el cap. xxvii. y Josue xvii. 1, 3.

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