Y se acercaron los principales padres de las familias de los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José, y hablaron delante de Moisés y de los príncipes, los principales padres de los hijos de Israel:

Los principales padres de las familias... de Galaad. Siendo los gobernadores tribales en Manasés, consultaron a Moisés y a "los príncipes", es decir, cabezas de tribus (véanse las notas en Números 1:5 ; Números 3:24 ; Números 3:30 ; Números 3:35 ; Números 27:2 ; Deuteronomio 29:10 ),  en un caso que afectaba el honor público y los intereses de su tribu.

Se relaciona una vez más con las hijas de Zelofehad. Anteriormente éstas habían solicitado, a su propia instancia, que se les reconociera, por falta de herederos varones en su familia, el derecho a heredar los bienes de su padre: ahora la solicitud se hacía en nombre de la tribu a la que pertenecían, para que se tomaran medidas para evitar la enajenación de su patrimonio por su alianza con maridos de otra tribu.

Los matrimonios irrestrictos de las hijas en tales circunstancias amenazaban con afectar seriamente la tenencia de la tierra en Israel, ya que su herencia pasaría a sus hijos, quienes, por parte del padre, pertenecerían a otra tribu, y así conducirían, a través de una complicación de intereses y la confusión de las familias, a un mal para el cual ni siquiera el jubileo podría ofrecer un remedio (ver la nota en Levítico 25:13 ).

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