Entonces, ¿qué diremos? O qué concluiremos de estos testimonios de la Escritura, sino esta paradoja, como la llama San Juan Crisóstomo, de que los que buscaron justicia o santificación no la hallaron, y los que no la buscaron, la encontraron; es decir, los judíos, que buscaban esta justicia por las obras de su ley, que tanto magnificaron, no han alcanzado esa ley que podría hacerlos justos; mientras que los gentiles, que no tenían tal ley escrita en la que confiar, sólo han buscado ser justificados por ella fe y la ley de Cristo, por la cual se han encontrado con la justicia y la santificación? (Witham) --- ¡Mira lo que faltaba a la justicia de los judíos! Observadores escrupulosos de la ley ceremonial: estimaron demasiado su poder y fingieron justicia, consideraron que el evangelio y la fe en Cristo no tenían ninguna ventaja.

Corriendo por la senda de los mandamientos con celo, pero sin circunspección, golpearon a Jesucristo, quien se convirtió para ellos en piedra de tropiezo. Lo rechazaron: se negaron a creer. Así sus obras se convirtieron en obras muertas, sin fruto para la eternidad. (Calmet)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad