El septuagésimo año; es decir, desde el comienzo del sitio de Jerusalén, en el año noveno del rey Sedecías, hasta el año segundo del rey Darío. Estos setenta años de la desolación de Jerusalén y las ciudades de Judá, son diferentes de los setenta años de cautiverio predichos por Jeremías; que comenzó en el año cuarto de Joakim y terminó en el año primero del rey Ciro. (Challoner) --- De estos Daniel (ix.

) habla. El templo también había sido destruido ahora setenta años, (Worthington) y el ángel ora, (Haydock) mientras el profeta suplica que la gente se inspire para reconstruirlo. (Worthington) --- Michael aprovecha el informe de los ángeles para suplicar al Señor que perfeccione lo que había comenzado tan bien. No habla expresamente del templo, ya que Aggeus había convencido a la gente para que comenzara ese edificio.

Se habían excusado de que no había llegado el momento, ya que probablemente databan del incendio del templo; aunque su desolación comenzó con el sitio, treinta meses antes. Ver Jeremias xxv. 11. y xxix. 10. (Calmet)

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