Y sucedió que al mediodía Elías se burló de ellos y dijo: Clama en voz alta; porque él es un dios, es decir, en su opinión; o está hablando, inmerso en meditación profunda, o está persiguiendo, después de haber salido por unos minutos, o está en un viaje, o tal vez duerme y debe ser despertado. Esto fue una santa burla e ironía, porque es totalmente apropiado, en determinadas circunstancias, ridiculizar el vacío y la insuficiencia de la incredulidad y las religiones falsas.

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