Ahora, por tanto, no lo consideren inocente, tenía el deber de actuar como rey y juez y como representante del derecho divino; porque eres un hombre sabio, y sabes lo que debes hacer con él; pero su cabeza canosa te hace descender al sepulcro con sangre. El castigo debe recaer sobre él, solo el tiempo y la forma de infligirlo se dejó a la discreción de Salomón.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad