Ahora, pues, no lo consideres inocente, porque eres un hombre sabio y sabes lo que debes hacer con él; pero su cabeza canosa te hace descender al sepulcro con sangre.

Ver. 9. No lo retengas sin culpa. ] Pero cuando haya "añadido iniquidad a su iniquidad", págale a casa por lo nuevo y lo viejo juntos. Ya se ha observado antes que el pecado puede dormir mucho tiempo, como una deuda dormida, no exigida por muchos años.

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