Y Saúl envió mensajeros para tomar a David; y cuando vieron a la compañía de los profetas profetizando, alabando a Dios en un estado de éxtasis, y a Samuel de pie como designado sobre ellos, porque él era la cabeza del seminario de los profetas, el Espíritu de Dios estaba sobre los mensajeros de Saúl, y también profetizaron, cantando alabanzas divinas bajo la dirección de una influencia a la que no pudieron resistir.

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