También en Judá, más bien, "en Judá, por el contrario," a modo de contraste, la mano de Dios debía darles un solo corazón para cumplir el mandamiento del rey y de los príncipes, por la palabra del Señor; fueron prácticamente unánimes en su aceptación de la invitación. Siempre hay una mejor oportunidad para la Palabra de Dios en una comunidad donde es de uso general.

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