Saúl y Jonatán fueron amables y agradables, dignos de saber, amados y amables, en sus vidas y en su muerte no se dividieron. Unidos por el amor en la vida, fueron unidos en la muerte, juntos dieron su vida por Israel. Eran más rápidos que las águilas y se distinguían por su rapidez y agilidad; eran más fuertes que leones, de valor y fuerza leoninos.

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