He aquí, el Señor ha proclamado hasta el fin del mundo, para que todas las naciones puedan oír el mensaje glorioso: Decid a la hija de Sion: He aquí, viene tu salvación, es decir, en la persona del Mesías. He aquí, su recompensa está con él y su obra delante de él, porque trae los trofeos de su victoria sobre todos los enemigos de la humanidad y se los ofrece a sus creyentes.

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