Pero ahora, oh Señor, a pesar de la gravedad de la situación, Tú eres nuestro Padre, Él mismo los había engendrado en misericordia; somos la arcilla y Tú nuestro Alfarero, que elegiste y moldeaste al pueblo para Sus propósitos, y todos somos obra de Tu mano, y la historia y la posición de Israel están bajo la guía de Jehová.

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