No edificarán y otro habitará; no plantarán para que otro coma, de modo que sean privados del fruto de su trabajo; porque como los días de un árbol son los días de mi pueblo, todos ellos bendecidos con una vejez madura, como de un cedro o un roble, y mis elegidos, aquellos a quienes su misericordia ha escogido para ser sus hijos, disfrutarán por mucho tiempo del obra de sus manos. Todas estas expresiones son figurativas y retratan las ricas bellezas de las bendiciones que se disfrutan en el reino del Señor.

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