¡Oh generación! ¡Hijos de la perversidad que ahora viven! Mirad la palabra del Señor, que por medio de la presente se les presenta con la exigencia de que la consideren. ¿He sido yo un desierto para Israel, donde faltan todas las necesidades de la vida, una tierra de tinieblas? de modo que parecerían estar bajo la sombra de la muerte cuando están bajo Su cuidado. Por tanto, pueblo mío dice: Somos señores, que nos pavoneamos orgullosos como si fueran sus propios amos; ¿No volveremos más a ti? alardeando fatuamente de que ya no lo necesitaban.

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