Mi pueblo ha sido oveja descarriada; sus pastores los han descarriado, siendo los mismos hombres a quienes se les confió su cuidado los culpables de esta gran negligencia; los han rechazado en los montes, lugares de idolatría; han ido de montaña en colina, de un altar de adoración idólatra al siguiente; se han olvidado de su lugar de descanso, al cuidado de Jehová, donde podrían acostarse a salvo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad