se detuvo, pero no pude discernir su forma, tenía la vaga indiferencia que crea tal impresión de asombro; una imagen estaba ante mis ojos, hubo silencio, y escuché una voz, más bien, un murmullo ceceante y una voz, una voz ceceante o murmurante, que decía :

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad